
solo pude abrazarte antes de la despedida, nada pude hacer por traerte de nuevo de aquel estado de agonía.
aquel espectro en que te convertiste apareció poco a poco como una metamorfosis, la princesa que eras se impregnó del veneno de la apatía y tus ojos verdes pasarón por la escala cromática hasta detenerse en un tono gris urbano que acompaña a las almas vacias.
Las manos vivas perdieron sus movimientos, los dedos agiles que antes eran luciernagas revoloteando en la noche quedarón inertes, y esas extremidades inanimadas se hallaban posadas habitualmente sobre tus rodillas, sujetando los huesos que cada vez se adivinaban con más nitidez a través de la piel excesivamente fina.
Lo que en otro tiempo fue manantial que rebosaba quedó convertido en una laguna atacada por la sequía, resquebrajado el fango con los animales agonizando, en movimientos estertoreos, sacudiendo la cola como peces que se axfisian.
Ni si quiera el último intento de traerte con nosotros sirvió de mucho, bailamos en la gran via frente a todos los teatros, esos a los que te gustaba ir, donde te miraba de soslayo sonreir ante cualquier frase genuína, bailamos un vals de despedida, alumbrados por los colores del neón, bajo la lacónica mirada de maco, el mono, y de algunos transeuntes, antes de que te llevara la muerte a otro mundo donde quizás ya no sufras por que tiene sentido la vida, donde quizás puedas librarte de las terribles garras de la melancolía.
1 comentario:
Últimamente siempre me haces llorar. Entre que estoy en un momento de sensibilidad extrema y que todo lo que tu escribes es tremendamente bello y triste al mismo tiempo... Echaba de menos leerte...
Suerte que as vuelto.
Un beso
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