embestidos por el odio alimentado en discursos vomitados desde las entrañas
las gentes ardieron como papel arrugandose las ilusiones convirtiendo el futuro en una pelicula color ceniza.
caminaron hacia el precipicio escuchando el tintineo de las cadenas sobre el hormigón
el vacio, la nada, la desesperación, el olor a gas, cuerpos sin vida amontonados
como restos que no valen nada.
las conciencias emigraron o se cobijaron bajo tierra tapadas por el lado mas oscuro y lugubre
del ser humano exaltado en lo peor de lo que puede ser capaz, disparando a la razón, sepultando la cordura siembran los campos de proyectiles para recolectar metralla, mutilados, viudas, niños sin pan ni tierra.
las masas envenenadas admiran las vallas de los campos de exterminio como el que contempla un esplendido atardecer. escupen a los vagones de la muerte arrojan la ignorancia que les quema
combustible para justificar la mayor verguenza que asoló esta vieja tierra cuna de tantos hombres que dejaron huella por mejores motivos que sus ansias de asesinar de poder y de guerra.
las gentes ardieron como papel arrugandose las ilusiones convirtiendo el futuro en una pelicula color ceniza.
caminaron hacia el precipicio escuchando el tintineo de las cadenas sobre el hormigón
el vacio, la nada, la desesperación, el olor a gas, cuerpos sin vida amontonados
como restos que no valen nada.
las conciencias emigraron o se cobijaron bajo tierra tapadas por el lado mas oscuro y lugubre
del ser humano exaltado en lo peor de lo que puede ser capaz, disparando a la razón, sepultando la cordura siembran los campos de proyectiles para recolectar metralla, mutilados, viudas, niños sin pan ni tierra.
las masas envenenadas admiran las vallas de los campos de exterminio como el que contempla un esplendido atardecer. escupen a los vagones de la muerte arrojan la ignorancia que les quema
combustible para justificar la mayor verguenza que asoló esta vieja tierra cuna de tantos hombres que dejaron huella por mejores motivos que sus ansias de asesinar de poder y de guerra.
1 comentario:
No puedo negar que he llorado. Esas imágenes, las palabras, con el sonido de fondo... indescriptible.
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