noche de vino y placer
nuestros abrazos vertidos
torrentes de nobles gemidos
implacable decisión de ser
bajo el yugo de tus pechos
indecente, vil, depravado
obsceno esclavo sometido
recuérdame con tus manos
donde queda cada arruga
donde esta el sexto sentido
del sexo arranca el olvido
y lanza al espacio espasmos
que reverberen incoherentes
freneticos y alocados
de tu magia invadido
nunca he deseado tanto
amar hasta ser vencido
por el peso de tu mano
sobre mi pecho dolido
2 comentarios:
Nunca he deseado tanto, amar hasta ser vencido.
Aquí me quedo, en estos versos que llevan al ser a la sumisión por el amor, al extasis de ser amado, a la profundidad de tu corazón.
Un abrazo y buen lunes
Esa es la mejor manera de amar... aunque sea de a ratos.
Besos.
Nany de Capochoblog.
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